El chico de Chico

Erase una vez un niño nacido en la minúscula localidad de Chico, al norte de California, que creció viendo jugar en el cercano Candlestick Park a un mito llamado Joe Montana, el único QB con 4 Superbowl en su haber, 3 SB-MVP, y un bagaje en “drives” decisivos extraordinario.

El chico, de raza blanca, ojos azules y mirada taciturna, estudió en el Pleasant Valley HS simultaneando la práctica de béisbol y fútbol americano. En esta segunda actividad destacó como QB, y soñaba con emular a su admirado “Joe Cool”. Sin embargo, tras su año senior en el instituto, lastrado por una estatura de 1,78m, no recibió beca alguna de una Universidad Division I. Lejos de capitular y apartado de los grandes focos de atención mediática optó por perseguir su sueño e ingresó en el Butte College, a media hora de distancia de su Chico natal.

El Butte College es un Junior College, factoría de diplomados sin reseña y carne de cañón del actual sistema capitalista; Ooopahhh, Lumpahhs de la ciencia que diría Sheldon Cooper Ph.D. Todo indicaba que permanecería allí los cuatro años correspondientes, jugaría en el equipo de fútbol americano convirtiéndose en una leyenda local, follaría con la jefa de animadoras y todas sus compañeras, y finalmente acabaría trabajando en una consultora, vendiendo seguros o expendiendo combustible en una gasolinera.

Sin embargo, un buen día apareció Jeff Tedford, entrenador de la Universidad de California-Berkeley por el campo de entrenamiento de Butte College para intentar reclutar a un DE del que había recibido buenas referencias. Cuando vio al chico de Chico en directo, Tedford extendió la oferta también al QB y, de esta forma, el nombre de Aaron Rodgers dejaba la oscuridad del anonimato para ingresar en la luz de la primera línea de la NCAA.

En el camino, había crecido 10cm sin perder un ápice de su precisión en el pase, su instinto innato en la toma de decisiones y su rapidez de piernas, y en su segunda temporada en la universidad llevó a su equipo a una temporada regular con una única derrota, 2.566 yardas de pase, 24 TD, 8 INT y un 66,1% de pases completados. Era el momento de dar el salto al profesionalismo y se declaró elegible en el draft de la NFL.

Las previsiones en el draft de 2005 eran muy altas y nadie dudaba su presencia en el top 3. Sus propias expectativas eran más ambiciosas aún, su objetivo era ser el número 1 en la ceremonia. Sus razones iban más allá de la competitividad, la satisfacción del ego personal o los motivos económicos, su motivación era de índole afectiva: los San Francisco 49ers elegían en primer lugar y su primera opción era contratar un QB. Los Niners trataban de enderezar el rumbo de una nave a la deriva y para ello habían contratado a Mike Nolan, un entrenador de fuerte personalidad. En aquel momento, las cartas de la baraja se reducían a dos ases: Alex Smith de la Universidad de Utah y el propio Rodgers.

De nuevo, las dudas se van a cernir sobre él, las mismas dudas que sembraba su estatura en HS, se ciernen ahora sobre su dureza, su liderazgo, su capacidad de adaptación al profesionalismo, su personalidad un tanto altanera… Nolan se decanta por Smith y su sueño de jugar en Frisco se desvanece, más bien se convierte en pesadilla cuando ve pasar el número 2, 3, 4 y así hasta el 24. Finalmente, serán los Green Bay Packers quienes lo elegirán y supondrá un viaje de aprendizaje a Titletown a la sombra de una leyenda: Brett Favre.

No sé si ustedes son conscientes de las implicaciones de este draft, pero os invito a poneos, por un segundo, en la piel de Rodgers al levantarse el día después de la ceremonia. Pasa de ser un posible 1 al 24, con la penalización económica que esto conlleva; pasa de jugar en la maravillosa Frisco, al lado de casa y con la titularidad asegurada en el equipo que marcó su infancia a tener que desplazarse a la gélida Green Bay, a miles de Km de su hogar y con un asiento en el banquillo asegurado. Puedo aseguraos que a mí se me hubiese caído el alma a los pies y el propio interesado ha comentado que, sin duda, ha sido el momento más decepcionante de su vida en el ámbito deportivo.

Pero lo que a todas luces parece un revés, en ocasiones puede ser una suerte, ya sea porque Dios juega a los dados con el Universo o porque tú juegas una mano maestra con las cartas que te ha puesto sobre la mesa. Así, si bien Smith tuvo la oportunidad de disfrutar la titularidad desde su entrada en la NFL, lo hizo en un equipo con una línea ofensiva irrisoria. Esto le condujo a terminar su año rookie con 9 partidos jugados, 875 yardas de pase, 1TD y 11 INT. Una actuación decepcionante para un nº1 del draft. El segundo año, tuvo la oportunidad de jugar su única temporada al completo hasta ahora, para terminar con 2.890 yardas de pase, 16 TD y 16 INT. El tercer año sufrió una gravísima lesión a mitad de temporada que le mantendría en el dique seco lo que restaba de ella y la siguiente. Su juego en el mundo profesional jamás llegaría a acercarse ni por asomo a lo apuntado en la universidad. Mientras tanto durante esos mismos tres años, Rodgers vio los toros desde la barrera, sin apenas oportunidades de jugar, entrenando a la sombra de Favre.

Todo cambió al inicio de la temporada 2008. Los Packers, tras un interminable culebrón en el que Favre deshojaba la margarita entorno a su retirada, enviaron a éste a New York apostando por el cambio generacional, dejando las riendas del equipo y sus esperanzas de futuro en las espaldas de su dorsal 12. No serían defraudados.

Durante su primer año como titular lanzó para 4.038 yardas de pase, con un 63,8% de pases completados, 28 TD, 13 INT y un “passer rating” de 93,8. Pero Green Bay terminaría con una marca de 6-10, fuera de playoff y su QB titular sería criticado duramente por su incapacidad para marcar la diferencia en finales apretados. Los de Wisconsin perdieron siete envites en el último cuarto a lo largo de la temporada.

El inicio de su segunda temporada tampoco fue fácil y, tras un arranque de 4-4 para los Packers, una nube de escepticismo revoloteaba sobre su rendimiento. Sin embargo, un registro de 7-1 en la segunda mitad de la temporada se encargaría de disiparla. Rodgers terminó con 4.434 yardas de pase como el primer y único QB en la historia en finalizar sus dos primeras temporadas como titular por encima de las 4.000, con un 64,7% de pases completados, 30 TD, 7
INT y un “passer rating” de 103,2 a lo que añadiría 316 yardas y 5 TD de carrera que ayudarían a los Packers a conseguir una wild-card y la posibilidad de jugar los playoff.

En su primer partido de playoff, contra los Arizona Cardinals en el University of Phoenix Stadium, vio interceptado su primer lanzamiento, sin embargo, se recuperó para terminar con 28 pases completados de 42 efectuados, 422 yardas de pase y 4 TD. No fue suficiente, y su equipo perdió 51-45 en la prórroga, tras un fumble, en el partido de mayor anotación de la historia de los playoff de la NFL.

En su tercera temporada, Green Bay se situó 8-4 hasta que un golpe le dejó KO en la decimotercera jornada; los Packers perdieron ese partido y el siguiente bajo la dirección de Matt Flynn y llegaron a la penúltima jornada de la temporada regular con la necesidad imperiosa de ganar sus dos últimos partidos contra los NY Giants y los Chicago Bears para obtener una plaza en los playoff.

Aaron Rodgers regresó recuperado de su contusión en la cabeza y preparado para asumir el reto, los Packers ganaron ambos partidos y obtuvieron el último puesto que daba acceso a playoff en la conferencia nacional. En la wild-card se enfrentaron en Philadelphia a los Eagles del extraordinario Michael Vick, en semifinales de conferencia, al mejor equipo de la NFC en temporada regular, los Atlanta Falcons, y en la final de conferencia a sus archirrivales, los Bears, en el Soldier Field de Chicago. Todos ellos salieron derrotados así como los Steelers de Pittsburgh en la Superbowl, donde el californiano se consagró ganando el MVP con 24-39 en lanzamientos para 304 yardas de pase, 3 TD 0 INT y 111,5 de “passer rating”.

El chico de Chico, alzaba sus ojos zarcos al cielo y sonreía mientras sujetaba con su prodigioso brazo derecho el trofeo Vince Lombardi y varios compañeros colocaban una réplica del cinturón de campeón de la WWF sobre su hombro. A sus 27 años, era el QB con mejor “passer rating” de la historia de la NFL en temporada regular
(98,4) y playoff (112,6) y había llevado, 14 años después, un nuevo campeonato a Titletown. Ya no había espacio para prejuicios, debates o dudas, incluso el fantasma de la sucesión de Favre, el QB con más yardas de pase y pases de TD de la Historia de la NFL, se esfumaba de un plumazo.

En la tundra helada las huestes de Lambeau Field hacían suyo un nuevo héroe. 12>4, lucen orgullosos en sus camisetas.

NOTA FINAL:

En la temporada actual, su cuarta como titular, Rodgers lidera a unos Packers invictos, 7-0 a día de hoy, e inmersos en una racha de 13 victorias consecutivas, con 171 pases completos sobre 239 intentados (71,5% de efectividad, líder de la NFL) para 2.372 yardas de pase, 20 TD, 3 INT y un “passer rating” de 125,7. Proyectando esas cifras a final de temporada (16 partidos) tendríamos 5.424 yardas de pase (por encima del récord histórico de Dan Marino en 1984 de 5.084), 46 TD (a 4 TD del récord histórico de Tom Brady en 2007) y 7 INT (a 3 INT del mínimo histórico de Brady en 2010) y su “passer rating” de 125,7 también sería el mejor de la Historia en una temporada superando el de 121,1 de Peyton Manning en 2004.

Los escépticos se han convertido en aduladores, las dudas en elogios y es el máximo favorito para el premio al MVP de la temporada. La única pregunta que ahora mismo queda por responder es: ¿Dónde está su techo?

Mientras tanto, él continúa impasible, acompañando cada palabra con su sonrisa perenne y su mirada cansada: “Nunca me han
preocupado en exceso las críticas, y he recibido muchas, ni tampoco ahora me afectan demasiado los elogios. Toda mi vida he sido un “underdog”, pero siempre he tenido la íntima convicción de que podía jugar y ganar al máximo nivel. Ahora estoy viviendo esa situación, es un sueño hecho realidad, así que sólo pienso en disfrutarlo al máximo”

Dámaso Martínez, Publicado en Thu Oct27 01:26:08 UTC+0200 2011

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